CREDO

"
Creo que, a pesar de su aparente absurdo, la vida tiene sentido; y aunque reconozco que este sentido último de la vida no lo puedo captar con la razón, estoy dispuesto a seguirlo aún cuando signifique sacrificarme a mí mismo. Su voz la oigo en mi interior siempre que estoy realmente vivo y despierto. En tales momentos, intentaré realizar todo cuanto la vida exija de mí, incluso cuando vaya contra las costumbres y leyes establecidas. Este credo no obedece órdenes ni se puede llegar a él por la fuerza. Sólo es posible sentirlo."

- Herman Hesse -

________________________________________________________

.

jueves, 27 de mayo de 2010

El caballero de la triste figura cabalga de nuevo

.
Pero no por los áridos páramos de la Mancha,
sino por los fértiles valles del Duero.
Y lo que ve a lo lejos
no son molinos, no,
que son más pequeños.

Si aquellos le parecieron gigantes
¿serían cabezudos estos?
.


viernes, 7 de mayo de 2010

alas de polilla deslumbrada

.
Querido Narci:

Siempre he tenido dudas sobre si hubo o no hubo feeling entre nosotros o si sólo fueron imaginaciones mías, así que he estado releyendo aquellos correos primeros, y sí, hubo feeling. Y eso que yo me quedaba compungida esperando tus respuestas, con la angustia de que pensaras que no digo más que tonterías y que pasaras de mí, pero no:  tú siempre contestabas, y ¡cómo contestabas! Con sentido del humor, con sensibilidad, con buen rollo... Vamos, que me convenciste de que podía volar.
Y volé muy alto.

Y me dí cuenta de que aquello no podía ser real y me decía a mí misma: cuanto más alto subas, más dura será la caída (te juro que me lo repetí cada día varias veces). Pero era una sensación tan indescriptible, que yo misma me contestaba: bueno, pues ya recogeré los pedazos cuando caiga.

Y caí, vaya que si caí. Resulta, que yo creí que me decías que tenía alas, y no. Lo que tú decías es que se puede volar, pero en avión o en helicóptero o con parapente... Vamos, que me caí con todo el equipo y estuve varios días en el suelo hecha trizas y sin saber como recomponerme.

Pero me recompuse. Y ahora que lo pienso, tampoco me costó tanto tiempo. Resulta que sí que me diste alas, lo que yo no sabía era volar. Y en eso ando ahora. Todavía no vuelo, voy como los gorriones, a saltitos. Y además muy despacio. Vamos, que doy un paso hacia delante y dos hacia atrás. Pero tampoco me importa retroceder porque ahora sé que es para aprender a coger impulso.

Lo que no sé es si conseguiré volar algún día pero no me importa. Como creo que ya te dije en alguna ocasión, lo que importa es estar en el camino y disfrutar de cada paso, aunque sea muy pequeño y aunque a veces sea para atrás, porque, como alguien dijo una vez, cuando estás frente al precipicio la única manera de avanzar es retrocediendo. Y yo, que estuve al borde mismo del precipicio, ahora no sé si ya me he alejado lo suficiente o si todavía estoy demasiado cerca del peligro. Espero ir descubriéndolo poco a poco, aunque tal vez, no soy la mariposa que quisiera y sólo soy una polilla de esas que entran en verano por mi ventana y vuelan aturdidas, deslumbradas por la luz de la lámpara. Sí, ¿verdad? parezco una triste polilla revoloteando deslumbrada  por la brillante luz que sale por la ventana de tu blog. Eso va a ser.

En cualquier caso, me sigue dando pena que no estés ahí para ver mis "progresos", así que seguiré escribiendo este blog, aunque sea con la triste certidumbre de que no lo leerás nunca.

Babel
.